Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 18 septiembre 2025.- Más allá del deterioro físico de la Universidad de Vida y las denuncias de maltrato hacia sus usuarios, una pregunta central permanece sin respuesta: ¿Dónde están los recursos públicos asignados a este centro?
La diputada Cecilia Vadillo advirtió sobre un grave problema de opacidad en la alcaldía Miguel Hidalgo, encabezada por Mauricio Tabe. La información presupuestal de egresos no está disponible ni en el portal oficial de la alcaldía ni en la Plataforma Nacional de Transparencia. No se sabe cuánto dinero se destina específicamente a la operación de la Universidad de Vida ni cómo se ejercen esos recursos.
En este vacío informativo florece un esquema paralelo de recaudación: se cobran clases, certificados, terapias, masajes y otros servicios sin que exista un marco legal claro ni rendición de cuentas. La situación se agravó el 17 de enero de 2024, cuando se publicó en la Gaceta Oficial un acuerdo administrativo que formaliza el cobro por el uso de bienes públicos en la demarcación, normalizando lo que debería ser excepcional.
La falta de transparencia no es solo un problema técnico: impide fiscalizar el destino de recursos, vulnera los derechos de la población usuaria, y alimenta sospechas fundadas de corrupción o desvío. Mientras tanto, son las personas adultas mayores —la población más vulnerable— quienes están pagando de su bolsillo lo que debiera garantizarles el gobierno local.
Es urgente que el alcalde Mauricio Tabe rinda cuentas y transparente los recursos públicos, y que tome medidas inmediatas para restituir la gratuidad, calidad y dignidad de los servicios en la Universidad de Vida.





