El expresidente de Perú, Alejandro Toledo, fue condenado a 20 años y medio de prisión tras ser hallado culpable de recibir millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, en uno de los mayores escándalos de corrupción que sacudió a Latinoamérica. Toledo, quien gobernó entre 2001 y 2006, fue extraditado desde Estados Unidos en abril de 2023 para enfrentar la justicia en su país.
La sentencia fue emitida por el Poder Judicial de Perú tras comprobarse que Toledo recibió más de 20 millones de dólares a cambio de favorecer a Odebrecht en licitaciones de obras públicas. El dinero fue depositado en cuentas bancarias offshore a nombre de intermediarios cercanos al exmandatario. Este escándalo, que ha involucrado a varios expresidentes peruanos, ha marcado un antes y un después en la lucha contra la corrupción en la región.
Durante el juicio, Toledo se declaró inocente y argumentó que todo se trataba de una persecución política. Sin embargo, las pruebas en su contra, que incluyeron testimonios de exdirectivos de Odebrecht y documentos financieros, fueron contundentes. A pesar de que la defensa del exmandatario ha anunciado que apelará la decisión, Toledo ya ha sido trasladado a una prisión de máxima seguridad.
Este caso es parte del denominado “Lava Jato”, una red de corrupción que involucró a múltiples gobiernos y empresas en América Latina. La constructora Odebrecht, epicentro del escándalo, admitió haber pagado sobornos en al menos 12 países para obtener contratos de infraestructura.
Con esta sentencia, Alejandro Toledo se une a la lista de expresidentes peruanos involucrados en actos de corrupción, como Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski. La caída de estos líderes evidencia una profunda crisis institucional en el país andino.