El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una nueva amenaza contra Canadá al advertir que podría desaparecer su industria automotriz si el gobierno de ese país no elimina las tarifas sobre la electricidad y productos agrícolas que afectan a empresas estadounidenses. Sus declaraciones han generado gran preocupación en la economía canadiense y han avivado la tensión entre ambos países.
Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca en las elecciones de 2024, ha retomado su retórica proteccionista, señalando que las políticas económicas de Canadá perjudican a Estados Unidos. En un discurso reciente, mencionó que su administración podría imponer restricciones más severas a las importaciones automotrices canadienses si no se llega a un acuerdo comercial favorable.
La industria automotriz es un pilar fundamental para la economía de Canadá, con miles de empleos en juego y una estrecha relación comercial con fabricantes estadounidenses. Analistas consideran que una acción drástica por parte de Trump podría afectar seriamente la estabilidad del sector y generar una crisis en la relación bilateral.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha respondido con cautela a las declaraciones de Trump, asegurando que su país seguirá defendiendo los intereses de sus trabajadores y empresas. No obstante, la posibilidad de sanciones más severas por parte de EE.UU. mantiene en alerta a empresarios y funcionarios del sector.
A medida que se acercan las elecciones en Estados Unidos, los comentarios de Trump sobre comercio internacional seguirán siendo un tema central. Su posible regreso al poder podría traer consigo una nueva etapa de tensiones económicas con Canadá y otros aliados comerciales.