El ciclón tropical Francine ha alcanzado niveles preocupantes y, según los últimos reportes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera que se convierta en huracán de categoría 1 en las próximas horas. Las autoridades han activado protocolos de vigilancia en las costas del Pacífico mexicano, pues existe la posibilidad de que el fenómeno toque tierra o genere lluvias torrenciales en los próximos días. Este sería el primer huracán de la temporada que afectaría directamente a México.
Las zonas más vulnerables incluyen los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, donde ya se han emitido alertas tempranas para la población. Se espera que las lluvias causen inundaciones en áreas urbanas y rurales, así como deslizamientos de tierra en regiones montañosas. Las autoridades han recomendado evitar salir de casa durante el paso de la tormenta y mantenerse atentos a las indicaciones de Protección Civil.
A pesar de que la trayectoria exacta aún es incierta, los meteorólogos señalan que Francine podría intensificarse rápidamente debido a las condiciones cálidas del océano, lo que aumentaría los riesgos para las comunidades costeras. Las autoridades han desplegado equipos de rescate y mantienen en alerta a la Marina y el Ejército para posibles evacuaciones preventivas.
Los puertos en la región ya han comenzado a prepararse ante la llegada de la tormenta, suspendiendo actividades pesqueras y turísticas hasta nuevo aviso. En ciudades como Acapulco y Puerto Escondido, los habitantes han comenzado a reforzar sus viviendas y negocios ante el inminente impacto de Francine.
Las autoridades federales y estatales han pedido a la población que mantenga la calma y siga las recomendaciones oficiales, como tener a la mano una mochila de emergencia y resguardarse en sitios seguros. También se espera que el gobierno emita una declaración de emergencia en las próximas horas para acelerar la entrega de apoyos a las zonas afectadas.