Por Arturo Gutiérrez
Querétaro, Qro. — Una de las propuestas más controvertidas del gobierno de Querétaro ha sido expuesta por el diputado federal Gilberto Herrera Ruiz, quien alertó que el proyecto hídrico estatal plantea utilizar aguas negras, provenientes del drenaje, como fuente de abastecimiento para la población, luego de un proceso de tratamiento.
“Del drenaje de las casas, de la industria, de los hospitales. Aguas negras. Y no solo negras: aguas con químicos, metales pesados, residuos biológicos… eso es lo que se pretende tratar, potabilizar y llevar a los hogares queretanos”, denunció el legislador.
La propuesta ha causado indignación entre activistas ambientales y ciudadanos, quienes exigen explicaciones claras por parte del gobierno estatal. Hasta el momento, el Ejecutivo no ha desmentido ni confirmado con precisión la fuente del agua contemplada para el proyecto El Batán.
Especialistas señalan que, si bien existen tecnologías capaces de tratar aguas residuales hasta niveles potables —como en países como Singapur—, estos sistemas requieren inversiones enormes, mantenimiento riguroso y supervisión técnica constante. En un entorno de corrupción o ineficiencia operativa, cualquier error podría tener consecuencias graves para la salud pública.
“Todo es posible técnicamente, pero el riesgo de falla está ahí. ¿Y si ese sistema colapsa? ¿Si una bacteria, un metal o un fármaco se cuela al agua potable?”, advirtió Herrera.
La falta de estudios públicos, simulaciones de impacto o análisis de riesgo también ha encendido las alarmas. Ante la magnitud del proyecto, crecen los reclamos ciudadanos por transparencia, auditoría y participación comunitaria en las decisiones relacionadas con el agua.