El fenómeno meteorológico conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha despertado preocupaciones en el país debido a los efectos que puede causar en diversas regiones. La DANA es un sistema de bajas presiones que se forma cuando una masa de aire frío queda atrapada en niveles altos de la atmósfera, encontrándose con aire más cálido y húmedo a nivel del suelo. Este choque genera una inestabilidad que puede provocar fuertes lluvias, vientos intensos y, en zonas de mayor altitud, nevadas. Este tipo de tormentas severas son comunes en áreas templadas y pueden resultar en serios daños en infraestructura y afectaciones en la movilidad de las personas.
Aunque la DANA es más frecuente en países europeos como España, también ha comenzado a aparecer en distintas zonas de México. En este contexto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha alertado a la población sobre la posibilidad de que se presenten lluvias torrenciales en algunas zonas del país en los próximos días. Estas lluvias, acompañadas de vientos y posibles granizadas, pueden incrementar el riesgo de inundaciones y deslaves, especialmente en regiones montañosas y en áreas bajas cercanas a ríos y cuerpos de agua.
Los efectos de una DANA son particularmente devastadores cuando coincide con una temporada de lluvias activa o cuando las áreas afectadas tienen poca infraestructura para drenar grandes volúmenes de agua. En estos casos, el riesgo de desbordamientos y corrientes peligrosas aumenta considerablemente, afectando a comunidades que dependen de caminos rurales y zonas agrícolas. Además, los vientos fuertes pueden dañar techos, postes y árboles, empeorando las condiciones para los habitantes.
Para prepararse ante este tipo de fenómenos, las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada a través de boletines meteorológicos y evitar viajar en zonas de alto riesgo. Las comunidades propensas a inundaciones también deben tomar precauciones, como resguardar documentos importantes y tener a la mano un plan de evacuación. Asimismo, se hace un llamado a seguir las recomendaciones de protección civil para reducir riesgos.