Por Dana Rodríguez
CDMX, 17 septiembre 2025.- La integración de la Junta de Gobierno del Heroico Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal volvió a ser una decisión tomada entre pocos. Aunque se cumplió el procedimiento formal de emitir una convocatoria pública, el proceso reflejó un patrón institucional de simulación democrática: baja participación, sin competencia real, sin transparencia evaluativa.
El artículo 8 de la Ley del Heroico Cuerpo de Bomberos establece que dos representantes de la sociedad civil deben ser designados por el Congreso local para integrar su Junta de Gobierno. Con base en ese marco, la Comisión de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil abrió el proceso de selección. A pesar de tratarse de un órgano de supervisión clave en una institución con tareas críticas de atención a emergencias, apenas tres personas se postularon.
Las entrevistas, realizadas el 10 de septiembre, se dieron sin transmisión pública ni acompañamiento ciudadano. Los diputados integrantes de la comisión asignaron calificaciones numéricas a cada candidato, y el dictamen final propone a los dos con mayor puntuación. No se discutió si los perfiles son los más adecuados, ni se ofrecieron explicaciones detalladas sobre sus antecedentes o planes de trabajo.
¿Quiénes son José Rafael Pérez Vargas y Luis Enrique Pozos González? ¿Qué experiencia específica los respalda? ¿Qué visión tienen para mejorar al Cuerpo de Bomberos? Nada de esto fue debatido públicamente. Así, mientras la institución enfrenta retos de presupuesto, equipo obsoleto y falta de personal, su órgano de gobierno se renueva en silencio, sin exigencia ni verdadera competencia.