Por Dana Rodríguez
CDMX, 01 septiembre 2025.- El inicio del nuevo periodo ordinario de sesiones en el Congreso capitalino fue encabezado por un mensaje protocolario del presidente de la Mesa Directiva, Jesús Sesma, que, aunque emotivo y bien estructurado, dejó sin respuesta varios temas clave que preocupan a la ciudadanía.
Se habló de «modernización institucional», pero no se abordó la falta de transparencia que persiste en muchas comisiones legislativas. Se prometió “hacer que el trabajo legislativo brille”, pero no se explicó cómo se evitarán los dictámenes fast track o la agenda oculta de algunos grupos parlamentarios.
El discurso agradeció a todas las fuerzas políticas, en un intento de mostrar pluralidad, pero omitió hablar del verdadero reto: la fragmentación y polarización interna que ha frenado reformas importantes en anteriores legislaturas.
En suma, fue un mensaje políticamente correcto, pero poco disruptivo. El Congreso de la Ciudad de México necesita más que buenos deseos: necesita valentía política para enfrentar a fondo sus propias fallas.