Por Redacción
Ciudad de México, 19 agosto 2025.- El diputado Jesús Sesma fue claro: las tiendas de animales “juegan con la ley”, porque esta es “muy subjetiva”. El reconocimiento es relevante, pero también alarmante. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se sabe que estas cadenas se amparan en una legislación ambigua para mantener animales en condiciones inadecuadas?
El problema es profundo. Las tiendas especializadas en la venta de mascotas han construido un modelo de negocio donde los animales son una mercancía más. Se exhiben como objetos en vitrinas, se mantienen en espacios mínimos y se venden sin garantizar condiciones dignas previas o posteriores. Todo, dentro del marco legal. ¿Pero eso lo hace correcto?
Las leyes actuales permiten vacíos que favorecen este modelo. Aún con denuncias ciudadanas y acciones ante instancias como la PAOT, no hay consecuencias. Ayer, incluso con una denuncia formal, no se logró una clausura, lo cual evidencia una preocupante incapacidad del sistema legal para proteger a quienes no tienen voz.
El PVEM propone ahora una solución: prohibir la exhibición y venta directa en tiendas físicas, sugiriendo que las adopciones o compras puedan hacerse de forma remota, con los animales alojados en condiciones dignas, al cuidado de expertos.
La propuesta es válida, pero no es suficiente sin mecanismos de verificación estrictos, ni sin la voluntad política de fiscalizar a los grandes negocios. Petland, Maskota y Petco seguirán operando como siempre si no se establece una reforma integral que reconozca que legalidad no siempre es sinónimo de moralidad.
Los animales no son adornos, ni promociones, ni regalos de impulso. Mientras se les siga tratando como tal, estaremos fallando como sociedad.