Por NOTICIASCD.MX
CDMX, 22 mayo 2025 (PERIODISMONEWS.COM).- Ante el riesgo creciente que hay en bares y antros de la Ciudad, donde se comercializan bebidas adulteradas y dopadas, el Congreso capitalino analiza tipificar como delito la «sumisión química» en el Código Penal para el Distrito Federal, además de obligar a los establecimientos de poner a disposición de sus clientes, pulseras detectoras de bebidas alteradas en su consumo.
Al respecto el diputado del Partido Verde, Jesús Sesma detalló que la primera iniciativa busca castigar con penas que van desde cinco hasta 17 años de prisión y de 4 mil a 15 mil días multa, a quienes posean, oferten, administren o entreguen bebidas de cualquier tipo, sabiendo que están dopadas y/o adulteradas, con la finalidad de vulnerar la integridad, la seguridad e, inclusive, la vida de un individuo.
La segunda de las iniciativas, consiste en adicionar y reformar la Ley de Establecimientos Mercantiles para obligar a sus titulares a poner a disposición de los clientes, detectores de bebidas dopadas y/o adulteradas como la pulsera “Centinela”, dispositivo que puede identificar más de veintidós sustancias nocivas, entre ellas: ketamina, LSD, GHB y anfetaminas.
“Si una persona experimenta malestar repentino y sospecha que su bebida fue dopada y/o adulterada, basta con colocar una gota sobre la pulsera para obtener un resultado en segundos. Si cambia de color, el código QR permite solicitar asistencia de inmediato a los servicios de emergencia y compartir la ubicación en tiempo real a familiares y amigos”, informó el líder de la bancada del Partido Verde en el Congreso local.
También destacó que se busca establecer sanciones ejemplares cuando, en establecimientos mercantiles, se detecten bebidas dopadas y/o adulteradas, mismas que consisten en la clausura permanente del establecimiento, pasando por multas severas, hasta la revocación de su autorización para vender alcohol en caso de reincidencia.
“Este Congreso tiene la oportunidad de ser pionero para que la sumisión química sea tipificada como un delito contra la vida, la integridad corporal, la dignidad y el acceso a una vida libre de violencia. Porque legislar también es actuar a tiempo para que esto no suceda. Queremos que las y los jóvenes y todos en esta Ciudad la disfruten de una manera segura sin debatirse entre la vida y la muerte, y que ejerzan su derecho a un espacio público que les permita una convivencia y esparcimiento sanos”, concluyó el diputado local, Jesús Sesma Suárez.






