Redacción
- La diputada reconoció el impacto de la gentrificación sobre los comercios populares, pero hasta ahora no se ha impulsado ninguna legislación para protegerlos del despojo urbano.
Ciudad de México, 07 agosto 2025.- En un tramo final de su discurso, la diputada Xóchitl Bravo se refirió a un fenómeno que afecta cada vez más a comerciantes tradicionales: la gentrificación. Con el avance de megaproyectos inmobiliarios y el aumento de cadenas comerciales, cientos de negocios pequeños han sido desplazados, sobre todo en zonas como el Centro Histórico, la Roma, Condesa, Coyoacán y más recientemente en Iztapalapa.
Durante su participación en el foro “Encuentro del Comercio Popular en la Ciudad de México”, Bravo reconoció que los comerciantes populares son víctimas del desplazamiento económico y territorial, y llamó a abrir el debate sobre este fenómeno. Sin embargo, el Congreso capitalino no ha presentado propuestas legislativas concretas para frenar esta dinámica.
La urbanización neoliberal —esa que convierte zonas populares en vitrinas turísticas— ha contado con complicidad institucional. Las leyes de desarrollo urbano y los programas de ordenamiento territorial han beneficiado, en muchos casos, a intereses empresariales más que comunitarios.
¿Dónde están las zonas de resguardo para comercio tradicional en los planes urbanos? ¿Qué apoyos reciben quienes han sido desplazados? ¿Qué mecanismos protegen a los mercados de ser convertidos en food courts de lujo?
Sin acciones que respalden a los comerciantes frente a estos procesos, el discurso sobre “ciudad de derechos” se desinfla. Bravo tiene razón: el desplazamiento comercial es real. Pero es urgente que ese diagnóstico se traduzca en legislación con dientes, no sólo en palabras bonitas.






