Por Dana Rodríguez
Ciudad de México 28 de agosto 2025.— El gobierno de Clara Brugada anunció con entusiasmo la culminación del programa Hombres Bienestar y la inversión de mil 300 millones de pesos en apoyos económicos a adultos mayores. No obstante, la falta de un diagnóstico público, medición de resultados o evaluación externa pone en entredicho la eficacia del gasto.
Durante el evento en el Zócalo capitalino, la mandataria habló de justicia social y de una ciudad que “no deja a nadie atrás”. Sin embargo, ni ella ni su gabinete presentaron datos concretos sobre cómo se distribuyeron los recursos, cuáles fueron los criterios de priorización ni qué impactos tangibles ha tenido el programa desde su inicio.
Expertos en finanzas públicas advierten que el uso de recursos de esta magnitud debe estar acompañado de transparencia, evaluaciones independientes y mecanismos que prevengan el uso electoral de los programas sociales. “Hablar de derechos sin medición del impacto es solo propaganda. Un gobierno democrático debe mostrar resultados claros y verificables”, advirtió un investigador del sector público.
El riesgo, señalan observadores, es que se repita el patrón de políticas clientelares disfrazadas de justicia social, especialmente en años preelectorales. El programa Hombres Bienestar, aunque bienintencionado, podría estar más orientado a generar simpatía que a transformar de fondo las condiciones de vida de los adultos mayores.