Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 25 noviembre 2025.- La discusión en el Congreso no se limitó a la denuncia de la violencia generalizada; también hubo voces que pidieron visibilizar las múltiples violencias que enfrentan mujeres de sectores históricamente marginados. La diputada Paula Alejandra Pérez Córdova, del PVEM, reconoció que las mujeres indígenas, afromexicanas y rurales viven condiciones particularmente adversas: sufren violencia por razones de género, pero también por su origen, lengua, color de piel y territorio. Muchas de ellas —advirtió— son las últimas en ser escuchadas y las primeras en enfrentar las consecuencias de la pobreza y los conflictos territoriales.
Desde Movimiento Ciudadano, la diputada Luisa Fernanda Ledesma Alpízar definió la conmemoración del 25 de noviembre como un acto de memoria, denuncia y unión. Afirmó que la violencia no es un fenómeno ajeno ni abstracto, sino una experiencia compartida por generaciones: “La vivimos nosotras, nuestras madres, nuestras hermanas y nuestras amigas”. Llamó a mirar de frente una tarea pendiente: garantizar que las mujeres puedan vivir con libertad y dignidad en todos los ámbitos.
La legisladora Daniela Gicela Álvarez Camacho, del PAN, añadió que la violencia de género se ha vuelto un problema estructural en un país que —dijo— “no voltea a ver a la mitad de su población”. Aseguró que las mujeres, ante la falta de protección institucional, se ven obligadas a resolver por sí mismas los problemas que deberían atender las autoridades. “El silencio nunca ha salvado a una mujer, pero la verdad dicha con fuerza sí puede lograrlo”, expresó.
Finalmente, la diputada Cecilia Vadillo Obregón, de Morena, reconoció que existen avances en materia de igualdad, visibles en la presencia creciente de mujeres en puestos de decisión. Sin embargo, insistió en que aún persisten fallas en la impartición de justicia, especialmente en lo referente a la impunidad en casos de violencia contra las mujeres.






