Por Dana Rodríguez
CDMX, 24 noviembre 2025.- La alcaldesa Aleida Alavez Ruiz llegó ante el Congreso local a solicitar un cheque 15% más grande, mientras Iztapalapa sigue al borde del colapso en infraestructura básica: drenaje desbordado, fugas sin control, grietas que amenazan miles de viviendas y una planta potabilizadora que opera a la mitad de su capacidad.
Lejos de una revisión rutinaria, la sesión se convirtió en una pasarela de reclamos. Legisladores de todas las fuerzas exigieron explicaciones sobre la falta de avances en programas sociales, obras rezagadas, metas incumplidas y capítulos completos del presupuesto prácticamente en ceros. El PAN cuestionó los retrasos en servicios básicos; MC pidió información sobre la política de cuidados y la atención a poblaciones callejeras; PRD exigió claridad sobre juicios civiles pagados con dinero público.
Incluso partidos aliados como el PVEM pidieron explicaciones por la gestión de espacios públicos, campañas veterinarias, mercados deteriorados y el funcionamiento de la planta de tratamiento de agua. MORENA, aunque más conciliador, también advirtió que hay rubros que requieren mucho más inversión, particularmente en drenaje, infraestructura y mitigación de riesgos.
Frente a la crítica generalizada, la alcaldesa defendió su ejecución presupuestal y aseguró que el 6000 “creció” por la reorientación de recursos ante las lluvias, socavones y emergencias. Pero ese argumento refuerza el problema: Iztapalapa vive en un estado permanente de reacción, no de prevención.
Aunque Alavez planteó un esquema de apoyo 70-30 con el gobierno central para atender más de tres mil viviendas afectadas por grietas y hundimientos, la realidad es que la demarcación acumula emergencias año tras año, sin que la inversión previa haya logrado estabilizar sus zonas más vulnerables.
Pese a todo, la alcaldía insiste en que otro aumento presupuestal permitirá resolver los rezagos. Los diputados, y sobre todo los habitantes, esperan más que promesas: esperan que el dinero finalmente se traduzca en resultados y no en otro año de socavones, fugas, baches y discursos reciclados.







