Por Dana Rodríguez
CDMX, 24 noviembre 2025.- En su comparecencia, Janecarlo Lozano dedicó buena parte a presumir el incremento de patrullas, afirmando que la Gustavo A. Madero ya es “la alcaldía con más unidades de la Ciudad de México”. Aseguró haber pasado de 15 a 112 patrullas, lo que presentó como un logro sin precedentes y la base de la supuesta disminución histórica de delitos durante su primer año.
Pero la contundencia de sus declaraciones contrasta con la falta de autocrítica. Lozano habló de descentralización policial, mayor tiempo de respuesta y una estrategia que “rompe con la irresponsabilidad del pasado”, pero evitó mencionar los rezagos que siguen presentes en colonias donde la inseguridad persiste pese al aumento del parque vehicular.
El alcalde se colocó en la posición del reformador infalible, asegurando que “sí nos toca construir la alcaldía más segura de la Ciudad”. Sin embargo, su discurso estuvo lleno de absolutos y carente de matices. Se atribuyó la caída de delitos sin explicar variables contextuales, coordinación interinstitucional ni limitaciones operativas.
Lozano insistió en que la transformación de la GAM ya comenzó, que su palabra está cumplida y que su gobierno es ejemplo de eficiencia. Pero para los vecinos que viven extorsiones, robos o agresiones en zonas donde la presencia policial sigue siendo intermitente, esas palabras suenan más a propaganda que a realidad.
Su comparecencia, diseñada para posicionar una imagen de fortaleza y control, terminó evidenciando otra cosa: un gobierno que apuesta por el discurso del “todo está resuelto” mientras deja fuera lo más elemental de una rendición de cuentas seria —la capacidad de reconocer fallas, pendientes y límites. El alcalde salió a presumir logros; lo que faltó fue transparencia, equilibrio y honestidad autocrítica.








