Por Dana Rodríguez
CDMX, 21 noviembre 2025.- La comparecencia del alcalde Orvañanos dejó ver un Congreso dividido entre quienes celebran ciertos avances y quienes exigen explicación por las incongruencias financieras y la falta de resultados comprobables en programas estratégicos. Mientras legisladores del PRI y PAN elogiaron la renovación de patrullas, la recuperación de torres tácticas y la creación de la Policía de Guardabosques, la mayoría de los presentes pidió mayor rigor en la rendición de cuentas.
Diputados cuestionaron la falta de información sobre laudos pendientes, que podrían comprometer el presupuesto 2026, así como la ausencia de un desglose verificable sobre los programas de acompañamiento familiar, la operación de los puntos violeta, y la supuesta estrategia integral de bienestar animal. Las dudas también alcanzaron el atlas de riesgos que, según el alcalde, ha reforzado la capacidad de reacción, pero del cual no se ofrecieron indicadores de mejora.
Los legisladores pidieron datos sobre los 20 millones de pesos destinados a laudos, los criterios para elegir beneficiarios en programas sociales, y la ausencia de mediciones que acrediten reducción de violencia, fortalecimiento comunitario o mejora estructural en entornos vulnerables. Incluso los programas que sí fueron reconocidos —como “Cuajimalpa Seguro”— carecieron de información detallada sobre su impacto real en percepción vecinal o reducción de delitos.
La comparecencia cerró con el anuncio de los montos solicitados para 2026: 100 millones para el Desierto de los Leones, 80 millones para cableado subterráneo, 12 millones para la clínica de emociones, 15 millones para el Centro Comunitario de la Familia, y 15 millones para ciclovías y biciestacionamientos. Sin embargo, la falta de transparencia y la ejecución incompleta del presupuesto vigente dejaron en el aire una pregunta central: ¿debe Cuajimalpa recibir más recursos cuando aún no demuestra un uso eficiente de los que ya tiene?








