Por Dana Rodríguez
Ciudad de México. — En un hecho que marca un parteaguas en la narrativa histórica oficial, diputadas del Congreso de la Ciudad de México impulsan una iniciativa para cambiar la forma en que se reconoce a una de las principales figuras de la Independencia: Josefa Ortiz de Domínguez podría desaparecer del Muro de Honor, no por olvido, sino para dar paso a su verdadero nombre: Josefa Ortiz Téllez-Girón.
La diputada Juana María Juárez López, quien presentó la iniciativa, aseguró que esta propuesta no es menor ni simbólica: es un acto de justicia histórica. “El nombre de casada que ha perdurado en los homenajes a Josefa Ortiz refleja una concepción discriminatoria. En esa época, las mujeres no eran reconocidas como ciudadanas plenas, sino como extensión de su esposo”, explicó.
El respaldo a la iniciativa ha sido amplio. Legisladoras como Cecilia Vadillo, Míriam Cruz, Tania Larios, Patricia Urriza, Valentina Batres, Paula Pérez y Leonor Gómez firmaron la propuesta, en consonancia con el mensaje que ha promovido la presidenta Claudia Sheinbaum desde que asumió su mandato.
No es casual que la iniciativa surja a raíz del Primer Grito de Independencia encabezado por Sheinbaum, quien se refirió a la heroína por su apellido de nacimiento. “Hoy las recordamos con nombre propio, con voz propia, con historia propia. Sin mujeres no hay independencia, sin mujeres no hay democracia, sin mujeres no hay transformación”, dijo en esa ocasión.
La diputada Juárez López retomó esa visión y lanzó un mensaje directo: “Que nunca más una mujer sea recordada con el nombre de su esposo. Que nunca más se nos borre, se nos minimice o se nos niegue”.
De aprobarse, este cambio abriría la puerta para revisar otras inscripciones y monumentos que han perpetuado la invisibilización de las mujeres en la historia nacional. Porque el lenguaje no es neutro, y mucho menos lo son los símbolos.