Por Dana Rodríguez
CDMX, 01 septiembre 2025.- En su breve mensaje ante el Congreso, el secretario César Cravioto insistió en que la entrega del informe refleja una “convicción de rendición de cuentas”. No obstante, la realidad mostró lo contrario. El acto se limitó a la entrega física del documento, sin permitir preguntas, debate ni explicación de resultados, fallas o ajustes necesarios en la administración pública.
La promesa de que los secretarios de gabinete “acudirán cuando se les requiera” para la glosa del informe suena más a una medida de control de daños que a una estrategia de apertura institucional.
Eludieron desde el inicio cualquier oportunidad de cuestionamiento público inmediato, en un momento en que la ciudad atraviesa conflictos urgentes que requieren atención, no narrativa.
El gobierno de Clara Brugada, en su primer informe, optó por una presentación políticamente cómoda pero democráticamente pobre. Lo que se espera ahora es que el Congreso ejerza su función de contrapeso y convoque a comparecencias con un enfoque crítico, técnico y sin concesiones políticas.





