“El Sindicato de Congreso CDMX se hace de la vista gorda”
Por HHR
CDMX, 24 agosto 2025.- Ante la complacencia y la omisión de la lideresa sindical del Congreso de la Ciudad de México, Georgina Pacheco Montes, por años los 500 trabajadores de base del Poder Legislativo local y afiliados a ese sindicato, se han pasado por el arco del triunfo sus responsabilidad de trabajar, de cumplir con un horario, pero sobre todo de dar resultados en momentos que se les pide desquitar su sueldo.
Pretextos hay muchos: Llegan temprano pero luego se van sin cumplir su horario, o simplemente no asisten a su lugar de trabajo, a pesar de que son de los pocos burócratas que reciben una gran cantidad de prestaciones, entre bonos, altos salarios y mucha “flexibilidad” por parte de un sindicato ‘charro’ que lidera su secretaria General, Georgina Pacheco.
Lo más grave es que en distintas áreas del Congreso capitalino, existe la práctica de entregar las tarjetas de asistencia a un sólo trabajador -a cambio de una cuota-, para que sea esa persona quien registre su asistencia y su salida, sin cumplir el horario y mucho menos con la responsabilidad. Pero eso sí, siguen cobrando como reyes.
Pero todo indica que esta situación cambiará a partir de septiembre. Esa flexibilidad, esa mina que representa para los liderazgos sindicales y para los trabajadores que no trabajan se les acabó, pues la coordinadora de la mayoría en el Congreso, la morenista Xóchitl Bravo, ya le leyó la carta a la lideresa sindical y decidió ordenar una especie de recorridos sorpresa a las distintas áreas para saber quiénes sí trabajan, quiénes no están en su área de trabajo, o de plano quiénes son aviadores para empezar con la lista de los descuentos en sus cuantiosos bonos y prestaciones.
Y es que prácticamente quienes sacan la chamba, son los llamados Trabajadores Operativos de Confianza (TOC), pero sobre todo, los que son contratados por Honorarios, a quienes los han castigado con contratos de tan sólo 15 días, por aquello de evitar la antigüedad laboral. Pero a ellos también se les carga el trabajo y son los que perciben menos sueldo.
Es decir, Geo -como le dicen sus cuates-, la lideresa sindical, tendrá que ponerse a chambear y hacer que sus agremiados cumplan con su trabajo, o poco a poco se extinguirán sus prestaciones, porque no hay dinero que alcance, ni holgazanería que dure cien años. Aunque también podrían rodar cabezas, incluyendo las de más arriba.