Por Redacción
Ciudad de México, 11 de agosto de 2025.- Uno de los elementos centrales de la nueva Ley del Sistema Público de Cuidados es el compromiso presupuestario anual: el gasto asignado no podrá ser inferior al del año anterior, y se establece un horizonte de 30 años para alcanzar la cobertura universal de servicios.
Clara Brugada fue clara:
“Esta ley compromete al Estado a garantizar recursos para el cuidado. Se trata de la piedra angular de un nuevo pacto social”.
El Sistema contempla servicios gratuitos como estancias infantiles, casas de día para personas mayores, centros de rehabilitación, lavanderías populares y comedores comunitarios.
¿Compromiso financiero o promesa sin anclaje?
El marco legal establece obligaciones, pero no precisa de dónde saldrán los recursos ni cómo se blindará el presupuesto en contextos de austeridad, recesión o cambio político. Si bien el compromiso multianual es innovador, la falta de mecanismos de fiscalización autónoma y participación ciudadana deja dudas.
La experiencia reciente en América Latina muestra que muchas leyes de cuidado nacen con ambiciones progresistas, pero mueren por inanición fiscal. El futuro del Sistema dependerá de que se acompañe con un pacto fiscal sólido, transparencia presupuestaria y presión social constante.
La ley reconoce la importancia económica del trabajo de cuidados. Pero si no hay dinero real y continuo, la gran promesa puede volverse otra deuda histórica con las mujeres.






