Por Dana Rodríguez
- Nueva normativa sobre scooters y bicis eléctricas podría limitar su uso sin resolver los problemas de fondo
CDMX, 7 de agosto de 2025.- Con el argumento de mejorar la seguridad vial, el Congreso capitalino dio luz verde a una controvertida reforma a la Ley de Movilidad, que exigirá licencias tipo A o B a quienes conduzcan vehículos eléctricos ligeros, como scooters y bicicletas eléctricas. La medida, según sus promotores, pretende “homologar criterios” y frenar el uso riesgoso de estos transportes en banquetas o a velocidades excesivas.
Pero lo que para las autoridades es una regulación progresiva, para otros es una traba más que podría frenar el crecimiento de la movilidad sustentable en la ciudad.
Organizaciones como Bicitekas y Greenpeace han advertido que esta política puede tener efectos adversos si no viene acompañada de mejoras reales en infraestructura y acceso a la capacitación vial. «¿De qué sirve exigir licencias si no hay calles seguras para circular? La regulación sin equidad es exclusión», denunció en redes un colectivo ciclista.
Además, se cuestiona el enfoque punitivo. “Se parte de la idea de que el scooter o la bici eléctrica son un problema en sí mismos, cuando en realidad son una solución frente al tráfico, la contaminación y la saturación del transporte público”, señala el especialista en movilidad Juan Carlos Bautista. “El problema es el contexto urbano que no está preparado para ellos.”
La iniciativa aún deberá pasar por un período extraordinario de discusión, pero ya genera un debate sobre qué tipo de ciudad se está construyendo: una que impulse el transporte limpio o una que lo regule hasta volverlo inaccesible.